sábado, 2 de noviembre de 2013

Calaverita para el escritor

Escribe y escribe Joel estaba
porque en cada entrevista le preguntaban
¿Sr. para cuándo tendremos la mera mera?
y él, impávido los ojos pelaba,
aunque en el fondo el miedo le atacara.

El Sor Juana le mandó la flaca
eso dijo cuando apareció
reclamó su dinero, rojo semidesierto
y hasta que le pusieran un rolón.

Espérate flaquita, un minuto nada más
mira que el 6 lo presento en el CEART
tú no me mandaste nada
fui yo el que lo escribió
mira que apenas empiezo mi gran obra de ficción.

Momento escuincle soberbio
enojada la menudita gritó
tú a mí no me contradices
o te suelto un bofetadón.

No mi reina soy tuyo
dijo el pobre escritor,
claro, después de pedirle permiso
a mi bella Flor.

La única que te quiere soy yo,
te llevo para conmigo
y de paso te enseño una lección
falta mi nombre en tu libro,
mira, que no lo olvido.

Blanquita de mi vida, flaquita de amor
que no ves que en todo el rojo
te menciono y te imploro
como muestra de mi afecto
y entregando el corazón.

Déjate ya de cosas,
no empaques ni te despidas
el tren está en espera,
olvídate de tu vida
acá en el otro mundo
lo que importa es la bebida.

Entonces llévame por un mezcal
el frío ya se siente
y aunque no es igual que en Zacatecas
mi cuerpo lo resiente.

Dame ya la mano
sentirás más frío
pero verás que con mis huesos
eso queda en el olvido
pues yo soy como esa frase
guácala, qué rico.

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