sábado, 7 de mayo de 2011

Cooper y la fotosíntesis

Desde que lo leo yo ya no puedo escribir tan ávidamente como lo hacía, me rehuso a pensar que alguna vez lo he hecho magistralmente como aquel. Hoy pasó algo, un golpe, se me pasó la felicidad tipo polaroid, tuve tan sólo unos minutos para pensar en la esencia de Cooper, ella tan alegre siempre, egoísta y ahora compartiendo todo lo que es.

Ando constipada, mi abuela me preparó una sopa de letras, repetí cinco veces, todo se ha quedado adentro, traigo atorados varios abecedarios, vaya revoltijo, sólo siento mariposas en el estómago, creo es amor, aunque bien podría ser una diarrea tardía, esto último me provoca un miedo tremendo. Severo. 

Hoy mi cuerpo se rebeló, no lo entiendo, siempre he sido un vato "bragado". Cooper en 12 minutos quedó vencido, la fotosíntesis sucedió, los rayos solares permitieron la producción suficiente de clorofila, carajo, también se ha quedado atorada, lo verde ya no lo es, tiene un color fecal. 

El día 28 pronto llegará, mayo culminará y junio vendrá con más viernes y el día siete que tanto valor le da al tal Cooper.

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