Pase, por ver no se cobra

Las buenas noticias llegaron desde el sur esta tarde, las creímos cercanas, nos sentimos privilegiados y tocados por el dedo de Dios. Hacía apenas unos instantes que me había quejado de mi mala fortuna en el trabajo, por los 'no' que recibo a diario, las promesas incumplidas, por mis ganas de sentirme llena de alegría.

La alegría no cuesta nada, te la regalan si estás dispuesto a recibirla, te aborda como la brisa tras una calurosa tarde de verano, te abraza cuando encontrar puertas que se abran es necesario. Ponerse feliz es gratis, razones llegan a diario.

He pasado mi tarde tallereando con +Joel Flores , avanzamos uno de tantos proyectos que tenemos en el tintero, nos ha servido compartir el logro de nuestros amigos que aunque lejos, nos acompañan en nuestra travesía literaria.

Fuera de mis planes estaba leer un libro de corrido en un ratito, acordarme de mis fantasmas, los ausentes, los recuerdos, mis álbumes no terminados. Ya está hecho.

Soy feliz, aunque sea por esta noche, ya mañana encontraré nuevas razones.