lunes, 19 de agosto de 2013

Uno más a la lista

Nike free 3.0

Correr con el corazón en ocasiones no es suficiente, el combo es completo, sino no funciona, añadir corazón y piernas es un must en mi vida de corredora. El miércoles previo al 3er maratón y 19˚ medio maratón de Tijuana, justo a la mitad de mi entrenamiento, me encontraba haciendo un poco de fuerza con liga, apoyé mal, tronó el pie izquierdo y ya no pude caminar.

Mi entrenador me revisó, creímos que sólo era un torcedura cualquiera, me pidió que caminara, sólo se agudizó el dolor, me mandó a mi casa a descansar. Estuve con hielo hasta las 10 de la noche, al día siguiente el dolor era soportable, cuando se enfriaba era cuando más dolía, así que al salir de trabajar fui a urgencias, donde me dijeron que no era nada grave y que como no estaba tan inflamado no tenía de qué preocuparme, aún cuando una amiga doctora me había dicho que era necesario hacer una radiografía para descartar una fisura [la cual creía descabellada], me dieron medicamento y me inyectaron un coctel que me quitó el dolor.

El viernes por la mañana no podía apoyar, me dolía demasiado el pie, ya tenía cita con el traumatólogo, ya tenía 2 dedos morados, el diagnóstico, un esguince en el metatarso, después de los x-rays descartamos algo más y de nuevo me mandaron a descansar.

Desde luego no descansé ni poquito, por qué, por mi incapacidad de decir no y hacerle saber a los que me rodean que mi salud es primero, me enojé un poco conmigo, por no saber estarme quieta, por no correr, por quedarme dormida ese domingo 28 de julio mientras una marea de corredores pasaban a sólo una cuadra de mi casa, por levantarme cuando la mayoría ya estaba disfrutando de la gloria de cruzar la meta.

Este es el segundo año que no corro el medio en Tijuana, originalmente correría el maratón, pero mi entrenador me recomendó no hacerlos, en cambio entrené duro para hacerme más veloz y bajar mi mejor RP hasta ahora, no sucedió, no pasa nada, estoy mentalizada a seguir corriendo, mi lesión está por desaparecer y mi meta de convertirme en ultramaratonista aún sigue en mi cabeza.

Las lesiones sirven para pensar e idear el plan que nos llevará a cristalizar nuestros sueños, la vida es perfecta, todo cabe en su lugar, tiempo y espacio, hasta la frustración y el enojo tienen una función en la vida de todos, el saber cómo canalizar nuestros sentimientos es lo que nos destaca de los que se hunden en pensamientos negativos.

Estoy ansiosa por ponerme los tenis, llegar a la pista y que el coach me diga que toca lo que menos me gusta, repeticiones de miles, esa sí que sería una buena bienvenida.

Happy running!

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