Una vez más la gravedad me atrajo hacia el centro de la Tierra, me estaba poniendo el zapato izquierdo, parpadeé y cuando abrí los ojos ya estaba en el piso del cuarto de servicio, no sabía si me dolía más el pie derecho o la pompi izquierda. Ahora les puedo decir que lo que verdaderamente me duele es la muñeca izquierda, por qué, no lo sé.
La vida me tiene preparados muchos golpes y caídas, yo vengo armada con aspirinas, diclofenaco y un trailer de sonrisas, a ver gravedad ¡gáname¡
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